Alaró, una zona de Mallorca a la última

Mandy Fletling, experta en inmobiliaria en Living Blue, explica todo acerca de la zona

Mandy Fletling continúa siendo sencilla y empática, a pesar de que su éxito como agente inmobiliaria en Mallorca se le podría haber subido a la cabeza. Hace unas cuantas semanas, inauguró la tercera oficina de su empresa, Living Blue Mallorca, que dirige con su marido y que domina el mercado de la zona central de la isla.

El ideal de vida en Mallorca lleva a pensar en una casa junto al mar, como indica el nombre que la pareja eligió para su inmobiliaria, cuando aún vivía en México. Pero a ellos, la vida les llevó a la Mallorca interior. Encontraron su nuevo hogar en Alaró, un municipio al pie de las montañas de la Tramuntana. “Tenía –nos cuenta Fletling– todo lo que buscábamos y queríamos: un ambiente familiar, gente cosmopolita y muy bellas casas de campo, así que nos decidimos rápido”.

Como siempre, esta experta mujer de negocios se guió por su instinto. A los once años, entró en una agencia de viajes de Brandeburgo, en la entonces República Democrática Alemana, donde había nacido. Llevaba en la mano una postal de Mallorca, el lugar al que quería ir y que conocía a través de la correspondencia que cada año recibía de su tía. “Hasta la caída del Muro de Berlín, era imposible salir de la Alemania del este y las agencias de viajes ni siquiera existían”, dice riendo Fletling.

Con modestia y determinación, se convirtió en una mujer de éxito. A la vuelta de sus primeras vacaciones en la isla, empezó a estudiar español, fue a una escuela de negocios privada de Barcelona y trabajó muchos años en una inmobiliaria muy conocida en su isla favorita, Mallorca, como asistente al principio y luego ya con más responsabilidades. Cuando se produjo la crisis, decidió darse un respiro y se fue con su hija a México, donde alquiló un bungaló junto al mar, se formó como profesora de yoga y conoció al que ahora es su marido, Claudio. Luego decidieron volver a llevar “una vida más seria” y fue entonces cuando se trasladaron a Mallorca.

Alquilaron la casa de Alaró, abrieron la primera oficina de Living Blue Mallorca y pronto conocieron a gente del lugar. “Nos acogieron con los brazos abiertos y nos confiaron sus casas y apartamentos, primero para que los alquiláramos y después para venderlos”. En esa zona de la isla, las prioridades son diferentes e ir tranquilamente al mercado es más importante que dejarse ver en un lujoso puerto deportivo. Por eso Alaró atrae a quien busca “la Mallorca real”, por lo típico del pueblo y un paisaje caracterizado por sus montañas gemelas. “Eso es lo que aprecia la gente de elevado poder adquisitivo y gran nivel cultural de tantas nacionalidades que vive aquí”, afirma Fletling. No hace mucho había que insistir a los clientes para que vieran este lugar, pero hoy ya vienen con buena información e ideas claras. Además, la zona de la Tramuntana aún ofrece oportunidad de invertir con buen margen de beneficio. “Aquí hay potencial”, asegura. Hay propiedades listas para entrar a vivir, solares e inmuebles para reformar que se pueden vender con ganancias. De ahí que la clientela prolifere, entre quien compra para invertir y quien busca casa propia.

El concepto Living Blue ha crecido hasta dominar el corazón de la isla casi por sí mismo y la primera oficina de la inmobiliaria, situada en una pequeña plaza de Alaró, ahora está junto al popular mercado del pueblo. Hoy, la empresa también tiene presencia en una privilegiada ubicación de la pequeña localidad de Santa Maria y, desde mayo, en el pintoresco puerto de Sóller, al otro lado de la Tramuntana, donde la idea inicial de vivir “en azul”, junto al azul del mar, puede cobrar carta de naturaleza. Ese municipio también atrae al amante de la paz y la tranquilidad, así que la clientela tiene ahí las mismas características. “Vivimos el modo de vida que vendemos y, en realidad, somos todos vecinos”, dice Fletling, quien tiene muchos vecinos que han sido clientes suyos.

Photos by Sara Savage

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Living Blue Mallorca

Plaça de la Vila 13, Alaró