Un mono a tamaño real situado junto a la puerta te da la bienvenida. Cuando accedes al apartamento te percatas de que la vegetación está presente por doquier, y al contemplar los papeles pintados con motivos florales y palmeras que decoran las paredes, te viene a la mente la pregunta de si te has adentrado en la selva.
“Todo gira en torno a la luz”, explica Nina Wiemer, diseñadora de interiores altamente cualificada que reside en Hamburgo. “No utilicé un color verde completamente puro, sino que lo mezclé con un tono amarillo. Refleja mejor la luz y consigue dar la sensación de que el apartamento es más luminoso. El color blanco hubiera creado demasiadas sombras y tonalidades grises”. Su idea funcionó a la perfección, tal y como ella esperaba. A pesar de que la vivienda está situada en el casco antiguo, las habitaciones son muy luminosas y no percibes esa sensación de oscuridad que es frecuente encontrar en los numerosos edificios que pueblan el casco antiguo de Palma.
Los diseños que crea Nina Wiemer destilan elegancia. Lleva años desarrollando sofisticados estands para grandes empresas como Siemens y Volkswagen, que se dan cita en las ferias y congresos más importantes. El presupuesto para un estand del Salón Internacional del Automóvil (aunque tal vez fuera más correcto describirlo como recinto ferial, puesto que cuenta con una superficie de más de 5000 m²) asciende a millones de euros. Se trata de un reto que requiere más inteligencia que creatividad. La marca sienta las pautas, pero después deben incorporarse diversas tendencias sociales y modas como “analógico digital” al concepto de la exposición.
Para diseñar su apartamento gozó de mayor libertad y tuvo la oportunidad de dejar volar su imaginación. Durante el proceso solo se mantuvo fiel a un principio básico: “el diseño necesita rodearse de un contexto”. Cuando hablamos de una vivienda, el contexto podría ser la cultura del país, el edificio y el entorno.
El papel pintado con dibujos de palmeras trata de evocar el exterior, y de hecho la palmera plantada en el patio crece muy cerca del apartamento. La idea de incorporar el contexto se refleja asimismo en la decoración. Dos cuadros de Miró adornan las paredes junto al escritorio, y el tronco de un antiguo olivo se ha convertido en una lámpara de suelo. Además, el papel pintado provoca otro importante efecto, puesto que supone el perfecto contrapunto a las tonalidades verdes, reduciendo así su protagonismo.
En todas las habitaciones, muy diferentes entre sí, nos aguarda una sorpresa. Además, cada una hace gala de su propio estilo. Se trata de algo “ecléctico”, a juicio de Nina. La naturaleza constituye el hilo conductor. Los rosas, dorados y verdes del salón se complementan a la perfección, a pesar de tratarse de una combinación poco habitual. Hace más de veinte años que Nina Wiemer visita la isla y hace dos vio hecho realidad su sueño de convertirse en propietaria junto a su pareja de una segunda residencia en Mallorca. El casco antiguo de Palma era su primera opción. Eligieron este apartamento situado en el centro en parte gracias al desarrollo tan positivo que está viviendo la capital.
“La ciudad está en plena ebullición”, afirma, “y además no queríamos una casa vacacional, sino que deseábamos poder disfrutar de la ciudad”. Este apartamento urbano constituye el primer proyecto de diseño de interiores que ha llevado a cabo. En la actualidad está barajando la posibilidad de trabajar en otros proyectos de interiores en paralelo a la labor que ya desempeña diseñando para espacios de marca.
Augura un prometedor futuro para Mallorca en lo que concierne al ámbito de los salones y exposiciones, puesto que el nuevo centro de congresos y las múltiples oportunidades que ofrece la isla atraen a grandes empresas. “Las clásicas ferias comerciales han pasado a la historia. La gente quiere aprovechar al máximo la experiencia y Mallorca es el lugar perfecto para poder hacerlo. Aquí es posible ofrecer un viaje de prueba por el Mediterráneo en un salón náutico, algo impensable en la feria boot que se celebra en Düsseldorf”.
Todas aquellas personas que estén buscando inspiración pueden seguir la revista online de Nina Wiemer o su Instagram. Por cierto, ¿qué hace un mono en un apartamento? “Es nuestro portero”, afirma riéndose.
Photos: Matthias Soeder & Estefanía Durán