“Los aromas tienen el poder de cambiar lo que sentimos, es una narración emotiva”, dice el científico de los aromas, Víctor Alarcón, desde su estudio Viti Vinci en Palma. Es el creador de perfumes a medida que se elaboran utilizando únicamente plantas autóctonas y ecológicas de Mallorca. El pino, las hojas de romero y el mirto verde son sólo algunos ejemplos de las variedades silvestres utilizadas como base de las fragancias de Viti Vinci. Aunque, a diferencia de otras perfumerías, el trabajo de Víctor va más allá de un aroma atractivo. Adapta cada frasco para que influya en una persona, un lugar o un acontecimiento concreto, en un acto que él denomina “scentscaping”. Una forma revolucionaria de evocar recuerdos y reprogramar estados emocionales a través del perfume.
El poder del aroma
Cuando Víctor decidió dejar Madrid para estudiar biodiversidad en Miami, su idea de investigar los aceites esenciales ya estaba cimentada. Le intrigaba el poder de ayudar a los problemas de salud mental con remedios naturales y decidió centrar su trabajo académico en la reprogramación de la mente a través del olor. Sus trabajos de investigación se enviaron a académicos de Londres y de ahí nació la idea de Viti Vinci. Una perfumería de alta gama, basada en la ciencia y respaldada por la investigación académica en curso. La elección de una base para esta nueva empresa fue fácil para Víctor, ya que Mallorca ofrecía un rico paisaje naturalmente abundante en flora mediterránea. “Tenía sentido establecer el taller aquí, la naturaleza está justo en nuestra puerta. Puedes estar recogiendo limones a mano en Sóller y a las pocas horas estar de vuelta en el atelier; es la inmediatez y la frescura del producto lo que funciona”, dice.
Cambiando la emoción
Una vez recogidas cuidadosamente las especies (la mayoría procedentes de terrenos regenerados cerca de Cala Falcó), Víctor destila las plantas a mano en Palma. Cada aroma puede ajustarse en función de la sensación de emoción que el cliente desee infundir en su hogar. “Los aromas activan la memoria, así que lo que hacemos es reavivar un momento crucial en la vida de una persona. Todos tenemos paletas aromáticas muy diferentes por eso hay mucho de ensayo y error”, sonríe Víctor. Explica que los clientes que necesitan un aroma estimulante (quizás para la creatividad o el trabajo) suelen coincidir con plantas que sobreviven en condiciones salinas y de viento. Otras emociones, como la confianza, suelen provenir de plantas o árboles de los bosques, pero esto es relativo y depende realmente de la persona. “Es como hacer de DJ con las emociones”, concluye.
Viti Vinci en casa
Además de curar aromas para las personas, Viti Vinci trabaja con arquitectos para infundir aromas en el diseño estructural de una propiedad. Añadiendo rocas porosas en las paredes, Víctor es capaz de liberar un aroma suavemente durante largos periodos de tiempo. Utiliza únicamente difusores naturales como rocas, cuencos de cerámica hechos a mano y palos silvestres para cambiar sutilmente el ambiente de un espacio. “Un paisaje olfativo funciona para cada habitación, así que en un salón puedes querer aumentar la confianza social para una fiesta o una cena, por ejemplo. También diseñamos aromas para yates y hoteles, y ahí es donde se pone realmente interesante”, dice. “En un proyecto reciente para el velero So Fong diseñamos aromas de cada lugar que el barco había visitado. La investigación nos llevó por todo el mundo”, afirma. Aunque, según dice, la intuición siempre le hace volver a Mallorca, el inicio y la fuente de su original paisaje olfativo mediterráneo.
Fotos de Sara Savage
