Portocolom

Este pintoresco y pequeño pueblo es un antiguo puerto pesquero con una historia enraizada en el comercio, especialmente en la exportación del vino que se cultiva en los viñedos de Pla i Llevant. Portocolom lleva el nombre de Cristóbal Colón, que (supuestamente) nació aquí, lo que se suma a la nostalgia marítima y al sentimiento náutico que aún hoy está presente.

Restablecido como un tranquilo centro turístico, pero sin dejar de honrar su pasado marítimo, Portocolom no ha sucumbido a la comercialización que han sufrido otras ciudades turísticas, sino que se ha adaptado a su creciente popularidad. Pequeñas embarcaciones de pesca se balancean en el puerto, junto a lujosos yates y barcos de alquiler. Las bonitas casas de colores pastel se sitúan en primera línea, y los restaurantes junto al mar ofrecen el lugar perfecto para observar los barcos y la gente. La infraestructura se ha desarrollado a lo largo del tiempo en beneficio de sus habitantes, una mezcla de nacionalidades y mallorquines que disfrutan del sentido de la tradición y la belleza natural de la ciudad costera.

Las propiedades en Portocolom se adaptan a todos los estilos y presupuestos, desde apartamentos que necesitan una renovación, hasta grandes fincas en grandes parcelas, aunque las posiciones privilegiadas en el paseo marítimo o en la ladera cerca del campo de golf Vall D’or tienen un precio elevado.

A lo largo del tramo de acantilados rocosos que va desde la Playa s’Arenal hasta el emblemático faro del acantilado de Sa Punta, hay una serie de escarpadas ensenadas grabadas por las olas durante cientos de años. Como resultado de la erosión, se han creado maravillosas piscinas naturales en las rocas, llenas de agua cristalina. Estas piscinas se conocen como “Baños de Cleo”, y merece la pena llegar a ellas a través de una pequeña escalada por el acantilado. Los caminos de acceso se han ido formando orgánicamente a lo largo de los años, con la adición de peldaños tallados y escaleras metálicas para facilitar el paso, pero se recomienda llevar un calzado resistente.

Pasa un día aquí observando el ir y venir de los barcos en el puerto, toma el sol en las terrazas naturales y, si te sientes aventurero, refréscate con un salto al mar desde el acantilado. Admira la forma en que la luz baila alrededor de las formaciones rocosas y asegúrate de llevar tu equipo de buceo para observar los bancos de peces y la vida marina en las piscinas.

Con sus características rayas azules y blancas, el faro de Portocolom es un icono de la ciudad. Caminar desde el pueblo hasta donde se encuentra en el acantilado de Sa Punta es una Buena manera de hacer que la sangre bombee y el aire del mar entre en tus pulmones, sin mencionar la recompensa de las impresionantes vistas desde todos los ángulos.

Vuelve a la ciudad para visitar las pintorescas tiendas y explorar a pie los numerosos rincones del pueblo. Los martes o sábados, puede pasear por los puestos del mercado de frutas y verduras locales, artesanía, ropa y obras de arte.

Si te gusta más pasar un día relajado junto al mar, Cala Marcal es una preciosa playa con bandera azul muy bien cuidada, situada al sur del puerto deportivo y del pueblo. La arena suave y las aguas poco profundas la hacen ideal para los niños. Para un poco más de acción en el agua, la Escuela de Buceo de Mallorca ofrece inmersiones guiadas alrededor de las muchas e impresionantes calas de la costa este, así como paddle boarding, snorkel y espeleología.

A medida que la tarde se acerca a la noche, pasea por Es Riuetó, el histórico muelle adornado con bonitas casas de colores pastel, y admira las bonitas embarcaciones tradicionales de Llaut amarradas al muelle. Completa el día con una comida de marisco fresco en uno de los auténticos restaurantes del paseo marítimo de Portocolom.

Como pueblo pesquero tradicional, el marisco fresco servido junto a los productos locales está a la orden del día en Portocolom. Hay una buena variedad de opciones para cenar, especialmente en el muelle, tanto casuales como de alto nivel, y en su mayoría con comida mallorquina y mediterránea.

El Chiringuito de s’Arenal, uno de los favoritos de la zona, está situado junto a la Playa s’Arenal (no confundir con la Playa s’Arenal del sur, una continuación de la Playa de Palma). Es el lugar perfecto para tomar una copa al atardecer, un tentempié en la playa o una comida o cena sorprendentemente buena dada la sencillez de la estructura de madera con su pequeña cocina.

Si deseas un ambiente local, diríjete a Vora Mar, junto al paseo marítimo de Portocolom. Disfruta de la auténtica cocina mediterránea desde el acogedor salón de estilo costero, o desde la impresionante terraza orientada al mar. Destacan los arroces, como la paella de pescado o la paella negra.

En el centro del casco antiguo, en la plaza junto a la iglesia, se encuentra Sa Cova Dets Ases, un pequeño café sin pretensiones que sirve platos típicos mallorquines. La gente de la zona suele reunirse aquí para las fiestas y los festejos en la plaza, y la cafetería incluso acoge ocasionalmente eventos musicales.

Si quieres algo más “fino”, Sa Llotja es el lugar adecuado. Situado en pleno puerto, la decoración contemporánea y minimalista del restaurante le da un aire exclusivo y no desmerece las espectaculares vistas de la bahía desde la terraza o el comedor acristalado.

El Restaurante Florian, que lleva más de 20 años funcionando, es un restaurante de primera línea con vistas a Portocolom, y es una verdadera joya. La selección de tapas es excelente, y el menú muestra los pescados y carnes más frescos de la isla en un ambiente rústico y acogedor.

Por último, no hay ningún lugar más conocido en Portocolom que el Restaurante Colón, debido a su fabuloso chef Dieter Sögner, que en su día trabajó en el Tantris de Múnich, con dos estrellas Michelin, y en el renombrado Hotel Adlon de Berlín. Reserva una mesa aquí para un cumpleaños especial o una ocasión romántica y disfruta de un espectacular menú a la carta.

Portocolom no es un lugar para ir de fiesta, sino más bien para disfrutar de una impresionante puesta de sol en la playa, o de una copa al atardecer en una de las terrazas frente al puerto deportivo. Sin embargo, durante el verano, a los lugareños les gusta reunirse para escuchar música en directo y disfrutar del ambiente de Sa Cova Café o del HCP. Si deseas un lugar más nocturno, diríjete al Sporting Club Fidel para tomar un cóctel. Llamado así en honor a Fidel Castro, este antiguo cobertizo para botes se ha convertido en un bar y salón de lujo. La madera oscura, las paredes de color rojo intenso, el cuero marrón y los elementos originales del edificio transmiten un ambiente sofisticado pero confortable.

HPC – Hostal Portocolom

Este pequeño hotel de estilo colonial está situado justo en la bahía de Portocolom. Las 14 habitaciones cuentan con una terraza para aprovechar al máximo las vistas al mar Mediterráneo, y una paleta de colores marinos se extiende por toda la propiedad en consonancia con el tema playero. El bar de cócteles, el restaurante y la terraza chillout son modernos y elegantes, con una impresionante vista a pocos metros de la orilla del agua.

JS Corso Suites

El complejo JS Corso Suites cuenta con unas fantásticas vistas al puerto y al casco antiguo, una estupenda zona de piscina con tumbonas y sombrillas, y un moderno y moderno bar y comedor. Este hotel es ideal para toda la familia: ha sido reformado con estilo en 2020, cuenta con excelentes instalaciones para niños, un programa de entretenimiento nocturno con espectáculos en directo e incluso el perro puede alojarse.

Hotel Vistamar by Pierre & Vacances

Con espectaculares vistas a la costa de Mallorca, el Hotel Vistamar cuenta con 148 habitaciones luminosas y decoradas con buen gusto. Pasa el día bajo el sol leyendo un libro y disfrutando de un aperitivo junto a una de las 2 piscinas exteriores, o déjate mimar en el spa y luego relájate en la piscina interior o en el jacuzzi.

Hotel Club Cala Marsal

A sólo unos pasos de Cala Marcal se encuentra el encantador Hotel Club Cala Marsal de 4 estrellas. Admira las vistas al mar desde el balcón privado de su habitación de estilo mediterráneo, date un chapuzón en la piscina exterior y bebe una sangría en el bar de la piscina, o diríjate a las cercanas playas de arena para tomar el sol. Los niños están bien atendidos aquí, con una piscina infantil separada, sala de juegos, parque infantil y un completo programa de entretenimiento para mantenerlos ocupados.

Portocolom no se ha visto afectado por el turismo de masas y el desarrollo de hoteles y apartamentos de vacaciones, a diferencia de muchos otros centros turísticos costeros de la isla. El puerto está rodeado de edificios de poca altura y casas de colores dulces, que recuerdan a una época pasada y aumentan su atractivo. Las propiedades en primera línea están muy solicitadas, con casas adosadas renovadas que alcanzan más de un millón de euros, y al no haber parcelas vacías en estas posiciones privilegiadas, las nuevas construcciones sólo son posibles en segunda o tercera línea.

Acercándose al campo, las propiedades que rodean el prestigioso campo de golf Vall D’or, y más atrás en las montañas, son muy solicitadas. Estas viviendas gozan de espectaculares vistas hacia el municipio de Portocolom y el mar. Aquí encontrarás magníficas fincas diseñadas por arquitectos e históricas con características tradicionales que oscilan entre los 2 y los 5,5 millones de euros.

El profundo puerto natural de Portocolom llevó al desarrollo de un puerto en el siglo XVIII, que desde entonces ha proporcionado una buena cantidad de empleo relacionado con el mar para la ciudad, como el corretaje de yates y el mantenimiento de barcos. Sin embargo, fue durante los años 60, cuando el Portocolom fue reconocido como un maravilloso destino de vacaciones, cuando el turismo comenzó a prosperar. Se construyeron hoteles y se levantaron bloques de apartamentos, lo que generó mucho trabajo estacional para los lugareños. Al ser un centro turístico tranquilo pero popular, existen oportunidades en el sector de la hostelería, desde la apertura de un restaurante o una cafetería hasta los servicios relacionados con los deportes acuáticos y el alquiler de embarcaciones, aunque esta industria tiene un carácter muy estacional.

Portocolom es una ciudad tranquila, con 4.000 habitantes, aunque su población se duplica en los meses de verano, cuando el turismo aumenta. Tiene un ambiente familiar y más maduro, y junto a los mallorquines hay una próspera comunidad de expatriados. La zona es especialmente favorecida por los alemanes que deciden establecer una segunda residencia en la isla o hacer una mudanza más permanente y establecerse.

Aunque no es un punto de atracción para las celebridades, el deportista más famoso de la isla, Rafael Nadal, vive cerca de Manacor y se rumorea que Portocolom es una de sus bases favoritas para navegar. El gran pintor Miquel Barceló creció en el municipio de Felanitx y estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Palma antes de trasladarse a Barcelona a los 20 años.

Portocolom es ideal para los expatriados que se sienten atraídos por un estilo de vida costero pintoresco y para aquellos que desean volver a un ritmo más lento. La rica historia marítima de la ciudad está siempre presente, lo que aumenta su encanto, y una comunidad multinacional acogedora y vibrante la convierten en un lugar ideal para echar raíces.

Desde el característico faro de su extremo nororiental hasta las aguas cristalinas de sus numerosas playas y calas, Portocolom ofrece belleza, serenidad y un estilo de vida pausado que permite disfrutar de todo lo que ofrece el Mediterráneo.