Vivir en Palma

"Es cosa de la luz del sol, vivir a gusto y priorizar la salud"

Hay que tener en cuenta que, en los últimos años, la demanda para vivir en Palma se ha duplicado. La ciudad, que antes era una humilde capital costera, sobre todo conocida como punto de parada rápida entre el aeropuerto y el hotel, se ha convertido en un todo un destino. Hoy en día, Palma no es solo una ciudad de paso o algo que ver desde la ventanilla del avión, sino un sitio donde crear un hogar.

Muchas zonas de Palma han mejorado sobremanera por las inversiones en rehabilitación, con lo cual ahora la capital balear rivaliza fácilmente con otras ciudades europeas importantes. Plazas como las de Raimundo Clar, los Patines y Santa Eulàlia han aumentado su interés, allanando el camino para un nuevo tipo de vida, uno que, sin duda, se centra principalmente en la salud. Con la costa mediterránea a un paso y las montañas a poca distancia en coche, la gente ha reparado en los beneficios de la vida en una ciudad con sol y brisa marina. Camina hasta el paseo marítimo, o incluso solo hasta la Catedral, y ya verás a personas corriendo, montando en bicicleta o patinando. Palma está impregnada de una energía que ha creado el ambiente propicio para que florezcan empresas independientes, como Café de Cicliste, Vegan & Raw o Zunray Yoga. Este estilo de vida saludable ha funcionado como trampolín para nuevas ideas, y ahora, a medida que se abren más restaurantes, hoteles y bares, el interés por comprar inmuebles en la ciudad se ha disparado.

Zonas como La Calatrava, que se extiende por detrás de la Catedral, son particularmente bonitas y se han beneficiado de las rehabilitaciones de los últimos años. Hay ahí tranquilidad. Además, el centro está muy cerca y las olas bañan la costa unas cuantas calles más allá. De ahí que éste sea un lugar especial. La arquitectura histórica impregna esta serena barriada, con lo cual no sorprende que aquí se hayan instalado hoteles de cinco estrellas, como El Llorenç Parc del Mar. Es cierto que los precios en esta zona son elevados, pero, dada su historia colonial, es posible encontrar un inmueble con mucho carácter. Vigas de color arce, grandes ventanales y azulejos en forma de pétalos son solo algunos de los detalles que encontrarás en el interior. Alternativamente, también resulta atractiva la zona de La Lonja, que se extiende desde Rialto Living, en la calle de Sant Feliu, hasta Es Baluard. Aquí hay más animación, así que cabe esperar ruido, especialmente los fines de semana. Pero siempre se puede seguir la costumbre mallorquina de estar en Palma de lunes a jueves e irse a pasar el resto de la semana junto al mar. O, en caso de no optar por una segunda residencia, como la mayoría, la calle de Sant Jaume, cerca de La Rambla, se sitúa en un buen término medio: está en el centro, pero no se ve afectada por demasiado ruido.

Por muchas cuestiones, Palma ofrece una gran calidad de vida, que la convierte en un deseado lugar para vivir. Con el mar cerca, una activa comunidad de gente interesada en llevar una vida saludable y bellas casas en venta, es fácil entender por qué tanta gente quiere vivir aquí. La capital balear tiene un ambiente estupendo en el que se ha desarrollado una red multinacional que facilita el encuentro de culturas de todos los rincones del mundo. Para más información sobre la vida en la ciudad, ¿por qué no explorar los 11 mejores lugares de HC para salir de noche por Palma? ¿Qué tal sus 30 restaurantes preferidos? Con más de quince años de residencia en la isla, su conocimiento del lugar nutre los mejores consejos y recomendaciones que se pueden encontrar en Mallorca.

Ventajas:

  • Se puede ir caminando a todas partes. Realmente, en el centro, no hace falta coche.
  • El paseo marítimo, que está a poca distancia a pie, es perfecto para correr, montar en bicicleta y patinar.
  • La arquitectura en Palma es bonita. Hay muchos inmuebles con azulejos mallorquines antiguos y altos techos abovedados.

Cosas que cabe tener en cuenta:

  • Puede ser difícil aparcar, especialmente cerca de la plaza de España. Es mejor tener alquilada una plaza de aparcamiento.
  • Hay poco aislamiento en las casas de Palma, debido a los suelos de baldosas típicas, finas ventanas y ausencia de calefacción.
  • En los meses de verano, el turismo atrae a una muchedumbre de gente que hace que las calles resulten incómodas, especialmente en los alrededores de la Catedral.