Tras hacer un profundo análisis de su trayectoria profesional, Eduardo López llegó a la conclusión de que quería crear “algo propio”, algo que sintonizara con su forma de “sentir una empresa”.
Alibaz es el resultado de tal reflexión y, a pocos días de la celebración de su vigésimo aniversario, parece que la visión de Eduardo se ha mostrado tan sólida como son los muchos proyectos que la empresa ha completado desde entonces. De hecho, es posible que tú ya hayas visto el trabajo de Alibaz. ¿Has estado alguna vez en esa farmacia tan luminosa y amplia de Santa Catalina que hace esquina? La conversión de un espacio antiguo nada diáfano no resultó fácil.
Pero esta constructora de categoría prémium no rehúye los retos y Eduardo tiene una gran confianza en sus compañeros. “Tenemos un equipo humano propio inmejorable”, afirma con orgullo. Además de ofrecer mucha profesionalidad, Alibaz se implica para que los sueños de sus clientes se hagan realidad, dice Eduardo.
Su pasión es palpable, y además propia de su familia. Sus hijas, Alma y Hada, también están muy implicadas en la empresa. Preguntamos cómo es el trabajo en familia y Eduardo contesta: “Enriquecedor, y al mismo tiempo requiere un esfuerzo para asimilar nuevas ideas de nuevos tiempos”.
Las obras de Alibaz y su visión de futuro sugieren que la empresa no se quedará atrás. Desde viviendas realmente impresionantes hasta clínicas de última generación, Alibaz ha demostrado su capacidad una y otra vez. Su huella está presente en diferentes lugares de la isla: en el emblemático pueblo de Sóller, en la exclusiva zona de Son Vida o en el inaccesible Formentor. Familias y compañías internacionales con grandes planes se han puesto ya en manos de Alibaz.
Como son expertos en rehabilitación y restauración, saben cómo fusionar lo antiguo y lo nuevo con perfecta armonía. Combinan con naturalidad los elementos típicos de la finca mallorquina (la piedra envejecida o la viga de madera) con tecnología innovadora y el factor sorpresa contemporáneo.
En lugar de señalar uno de sus numerosos proyectos como el principal logro, Eduardo estima que el hito más importante es la propia creación de Alibaz. Y añade: “La decisión de no trabajar para ningún organismo oficial (ayuntamientos, consells insulars, Govern balear, etc.) fue una decisión meditada y muy importante”.
Un gerente que no toma decisiones a la ligera parece apropiado para el sector de la construcción. Le retamos a que se defina con tres palabras. “Esfuerzo, lealtad y profesionalidad”, responde. Son estos atributos los que le han hecho merecedor del respeto del sector, particularmente en Mallorca, donde reside desde hace más de cuarenta años. Es presidente de la Asociación de Constructores de Baleares y vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB).
Dimensionar la empresa durante la profunda crisis económica de la década anterior requirió mucho esfuerzo y dedicación, pero resultaba esencial para crecer luego de forma coherente. Hoy, Eduardo López mira hacia el futuro y ve nuevas oportunidades para que su excepcional equipo multidisciplinario muestre lo que puede lograr. “Alibaz está preparada para desarrollar proyectos cada vez más importantes y con mayor exigencia”, asegura. Quizás tú tengas grandes planes de ese tipo, así que… ¡ya sabes con quién tienes que hablar!
Fotos de Xisco Kamal