Raíces mediterráneas: cómo crear el perfecto jardín mallorquín

Tres diseñadores de jardines nacidos en Mallorca nos dan los mejores consejos para obtener el mejor ambiente Mediterráneo

Hemos entrevistado a tres diseñadores de jardines de la isla que hacen gala de diferentes planteamientos a la hora de idear el paisaje botánico mallorquín. Casualmente todos provienen de una zona del mundo muy lluviosa donde las cuatro estaciones están bien marcadas, y, a semejanza de algunas de las especies que adornan sus jardines, han tenido que adaptarse a la isla. Sus estilos, que se caracterizan por hacer gala de una gran precisión geométrica o por convertir a las flores salvajes en protagonistas, son tan variados como los diferentes terrenos que pueden encontrarse en Mallorca. Además, cada diseñador ha desarrollado un jardín mediterráneo característico que se centra en la sostenibilidad sin sacrificar el estilo.

Mashamba Garden Design

Cuando el inglés Alexander Warren-Gash y la norteamericana Jennifer Warren-Gash se conocieron en Costa Rica hace doce años, nunca hubieran imaginado que trabajarían como paisajistas de vanguardia en Mallorca. Hace diez años la joven pareja se mudó a la isla para “cambiar las chanclas por sandalias… Estábamos listos para empaparnos de cultura”, afirma Jennifer, riéndose. A Alexander le gustaba el diseño de jardines y, cuando llegaron a Mallorca, comenzó a trabajar en ellos para conocer más de cerca las plantas y el clima mediterráneo.

En la actualidad la pareja trabaja en equipo, creando “aromáticos prados” conceptualmente modernos que fluyen gracias al “ritmo” que imprimen las hierbas silvestres, las hileras de gauras de color rosa pálido, la fragante alhucema rizada, los arbustos de olivillas de color verde plateado y los azules pistilos de las viboreras. Abundan los frondosos arbustos de rosas de Sevilla que se caracterizan por su larga floración y sus llamativos tonos. Mashamba Garden Design otorga mucha importancia a la floración a lo largo de las diferentes estaciones, equilibrando la forma de las plantas y los cambios de color que tienen lugar durante todo el año. Jennifer crea las terrazas y diseña jarrones especiales para las zonas que circundan la piscina. Además, también se encarga de amueblar las zonas de estar exteriores. “Queremos crear lugares secretos, rincones en los que poder refugiarse para leer o echar una siesta”, explica.

A la hora de diseñar jardines secos, Mashamba hace hincapié sobre todo en el bajo consumo de agua y en la sostenibilidad. “Preferimos evitar las amplias extensiones de césped”, afirma Alex. “Su mantenimiento es caro y enferma fácilmente”. En su lugar, abogan por dibujar caminos de gravilla utilizando piedra de marés de Mallorca, muy porosa, y se decantan por especies subtropicales de plantas. De esta forma, para crear jardines secos estructurados y geométricos emplean agaves, yucas, aeonios y aloes, además de arbustos de olivillas y boj.

Contemporanium

Tras los bonitos parterres elevados, las exuberantes y frondosas paredes y los paisajes que destilan creatividad de Contemporanium se encuentra el diseñador inglés Mark Whiting. Dejó Londres atrás y se mudó a la isla tras estudiar en la Escuela de Diseño Inchbald. Aunque es botánico de formación, Whiting hace gala de un estilo arquitectónico muy definido y se centra en la creación de jardines que requieran poco mantenimiento y un bajo consumo de agua. Domina a la perfección aquellos aspectos de la jardinería que revisten una gran dificultad, como el trazado de caminos, los sistemas de drenaje y la construcción de paredes. A la hora de diseñar un jardín Whiting cree que la planificación del paisaje arquitectónico es incluso más importante que las plantas que lo adornarán. Además, en sus creaciones la iluminación constituye un elemento esencial. Utiliza luces LED para iluminar tenuemente los caminos que atraviesan el jardín, invitando así a dar un paseo nocturno.
Cuando comienza a colaborar con un cliente, le proporciona en primer

lugar un cuestionario para conocer mejor qué uso le dará al jardín, los aspectos técnicos de la propiedad y a qué artistas y arquitectos admira. “Me revela mucha información acerca del tipo de jardín que desean”. Para diseñar el jardín de un cliente británico, un enamorado del campo y del pintor Mondrian, Whiting recurrió a los cuadros minimalistas influidos por el jazz creados por este artista para inspirarse y trabajar en una finca de nueva construcción de 20.000 metros cuadrados. En esta moderna propiedad se pueden encontrar hileras de vides atravesadas por olivos, así como un conjunto de limoneros dispuestos en cuadrícula rodeados por campos de trigo. El jardín que bordea la propiedad es lineal y preciso, y se ha diseñado con la intención de reflejar las dimensiones del edificio utilizando largos parterres elevados rectangulares. Los fragantes setos de romero cuidadosamente podados rodean los limoneros, mientras que la frondosa pared de parra virgen evoca los vastos campos de trigo que cambian de verde a dorado a medida que se suceden las estaciones.

Caroline Menzel

La diseñadora de jardines Caroline Menzel se denomina a sí misma como una “intermediaria de sueños”. Despliega un estilo de jardinería intuitivo y emocional, y otorga más importancia a las texturas verdes y a las formas que a las flores llenas de color. Ha diseñado los jardines de algunas de las propiedades mallorquinas más excepcionales. “Lo primero que le pregunto a mi cliente es: “Cuando piensas en un jardín, ¿cuál es el primer recuerdo que te viene a la mente? ¿Es un parque, un campo o un jardín formal? Las respuestas a estas preguntas me revelan qué sentimientos le despiertan las plantas”.

Esta diseñadora alemana de 77 años comenzó a formarse cuando residía en Londres. Curiosamente también estudió en la Escuela de Diseño Inchbald, a semejanza de Whiting, aunque lo hizo treinta años antes. Empezó a diseñar jardines y a escribir acerca de ellos antes de que finalizara el curso, de dos años de duración. Además, durante 15 años se encargó de la columna de jardinería del periódico alemán “Welt am Sonntag”, colaborando semanalmente.
Sus vastos conocimientos y la experiencia que ha atesorado a lo largo de los años explican por qué se ha convertido en la persona a la que recurren los dueños de algunas de las propiedades más importantes de Europa. Ha logrado conocer en profundidad las diferentes especies de plantas (a las que habitualmente se refiere en latín) a base de “cometer muchos errores, plantar diferentes cosas y experimentar para ver qué crece”.

Su propio jardín es su trabajo más personal, un “laboratorio” rodeado de robles. Se trata de un paisaje inusualmente denso y muy frondoso para tratarse de Mallorca. Las terrazas cubiertas de musgo están flanqueadas por setos de boj, ciprés y olivillas podados de forma precisa para crear simetrías geométricas. Las moreras y los eleagnos crean diversos estratos de verdes que invitan a dirigir la mirada hacia los robles que salpican los campos en la lejanía. Sin embargo, esta sutil distribución y las vistas que la acompañan no son casuales. A semejanza de un pintor, que hace uso de la pintura para atraer tu atención, Menzel consigue el mismo efecto en sus jardines.

Photos: Sara Savage, Alexander Warren-Gash & Mark Whiting